La meteo en el Pirineo francés, de lo más complejo del mundo

Igual que en otras cordilleras y macizos de la Tierra, la meteo en el Pirineo francés es de lo más variada y compleja.

Buena parte de la culpa la tiene la proximidad de dos mares, así como el «terreno limpio de obstáculos» que se encuentran los vientos y las tormentas procedentes del Norte de Europa y como no, las que tienen su nacimiento en el Ártico.

No obstante, como tantas otras cosas de la vida, la meteorología no es una ciencia exacta, por lo que a veces, al realizar una actividad por encima de los 2.000 metros, es importante mal fiarse si las cosas no están del todo claras, más aún en invierno, a no ser que tengamos encima un potentísimo anticiclón. ¡¡En estos casos recomiendo ir acompañado de un Guía!!

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Des del País vasco francés hasta Colliure hay un mundo de montañas, valles, crestas, paredes, riscos, aristas, altiplanos, y sobretodo, ¡mucha vida!.

En pocas cordilleras se encontrará tanta diversidad como en el Pirineo francés, un lugar extenso donde se hablan diversas lenguas como el catalán, el francés, el occitano y el vasco. ¡Mucha vida y mucha cultura!

La Pica d’Estats, el Vignemale, el Carlit, el Canigó, el Mont Valier, el Néouvielle, el Midí d’Ossau, son tan solo un ejemplo de algunas de las montañas más importantes y destacadas del Pirineo francés.

Si la delimitación oriental está clarísima, por el lado occidental no se puede decir lo mismo, siendo muy difícil saber donde terminan, o nacen, los Pirineos, pues estos se funden progresivamente con el conjunto de las montañas del País vasco francés.

Los valles pirenaicos de la cara norete de la cordillera se extienden generalmente de sur a norte, a excepción de los valles situados en los extremos de la cordillera, y otros de notables, por ejemplo, la Cerdanya.

La Cerdanya -se le llame valle, depresión o altiplano- parte los Pirineos en dos partes. Se haya situado en el Pirineo francés Oriental.

La mayor parte de los grandes macizos y montañas más elevadas de la cordillera, no se encuentran situados en el Pirineo francés, sino en vertiente sur, léase Maladetas, Posets-Espadas y Monte Perdido-Cilindro-Soum de Ramond,….. mientras que otros son fronterizos: Pica d’Estats, Bachimala, Balaitús, etc.

La meteo en el Pirineo francés: Las 4 estaciones

Cada estación es distinta, cada mes, cada semana, cada momento en el Pirineo francés. ¡Es la grandeza de esta cordillera!, y por eso la meteo en el Pirineo francés es tan compleja y varida. Los Pirineos son considerados por los entendidos como la cordillera más hermosa de la Tierra, la que posee los cambios de paisaje más radicales.

Otoño en el Pirineo francés:

En los últimos años, el otoño es la estación que presenta el tiempo más estable. Los periodos de buen tiempo suelen ir de septiembre a primeros e incluso, mediados de noviembre. No obstante, noviembre suele ser un mes «peligroso», ya que cualquier día puede caer la primera gran nevada de la nueva temporada.

Los días se acortan progresivamente, así como la temperatura, que cada semana pierde algún grado. Durante los últimos días de verano o primeros de otoño, no es imposible, ni mucho menos, ver caer alguna pequeña nevada en cotas altas, siempre por encima de los 2.800 metros, especialmente en las montañas del Pirineo Central.

A medida que el otoño avanza los vientos se van volviendo cada vez más fuertes.

Los cambios de tiempo no son tan bruscos y rápidos como en verano, y por poco que uno se fije, verá llegar la tormenta desde bien lejos.

Las luces y los colores del otoño son especiales y mágicos. Tierra y Sol se alejan entre si.

Invierno en el Pirineo francés:

El invierno es sinónimo de frío y de nieve. Diciembre suele ser un mes crudo, de días extremadamente cortos y noches inacabables. Las actividades en la alta montaña están muy limitadas. Los cambios de tiempo son más bruscos y rápidos que en otoño, aunque no tanto como en verano.

La nieve, el frío, el hielo, el viento y los días cortos, son un coctel brutal y mortífero para quien no esté habituado a los riesgos  extremos del invierno. Algunas veces, las actividades se tienen que limitar a cosas asequibles y cortas. Al mal tiempo hay que sumar otro factor letal: los aludes.

Se trata del gran peligro de la alta montaña cuando ésta está nevada. Muchos son los factores que pueden llegar a desencadenar una avalancha. El viento es uno. El más común, tú mismo.

Las tormentas invernales son muchas veces letales. Evidentemente, cuanto mayor sea la altitud, más posibilidades tiene uno de no sobrevivir a una tormenta de este tipo.

Enero siempre ha tenido fama de ser un mes seco. No obstante, llevamos algunos inviernos en que esto no es así y son realmente inestables. Recuerdo 4/5 días de mal tiempo seguido, con mucho viento que aumentaba la sensación de frío. Esos días, al realizar actividades al sol en altitudes moderadas de 2.600 metros, tuve que llevar la chaqueta de plumas puesta.

El viento ha convertido estos últimos inviernos en una verdadera pesadilla. Pocos son los rincones pirenaicos que se escapan de tan temido elemento. Además, cuando tiene su punto de partida en el Norte de Europa, o incluso en el Ártico, además de fuerte o muy fuerte (más de 100 Km/h), va acompañado de un frío que en alta montaña, puede llegar a ser casi extremo.

En el Pirineo francés, es bastante frecuente encontrarnos con temperaturas de -20º en cotas altas.

En el Pirineo Oriental (Cerdanya, Capcir, Conflent, Vallespir), reino de la tramontana, existe una variante letal, se trata del «torb«, un viento extremadamente violento que se desplaza a una gran velocidad (más de 120 Km/h), arrancando la nieve y el hielo de las laderas, proyectándolo contra los propios alpinistas. Se han dado casos de ráfagas de torb de más de ¡180 Km/h!

Lógicamente, con estas condiciones, todas las actividades en alta montaña tienen que ser pospuestas.

A partir de la tercera semana de febrero, y sobre todo en marzo, las condiciones van cambiando a mejor, aunque aumenta el riesgo de nevadas, mayoritariamente las procedentes del Mediterráneo. ¡La primavera está al caer!

Primavera en el Pirineo francés:

Quizás sea la estación más dulce. Poco a poco la naturaleza revive y las montañas suelen tener todavía mucha nieve. Esta es una estación propicia para las grandes nevadas llamadas «de Levante», es decir, las que se forman en el mar, avanzan hacia la costa, penetran en el interior del territorio, y abrazan las montañas pirenaicas con un blanco inmaculado. Si la temperatura es lo suficientemente baja, suelen dejar grosores muy importantes a partir de los 1.500 metros.

Los días se van alargando progresivamente, mientras que las temperaturas van subiendo poco a poco, transformando la nieve: dura o muy dura hasta el mediodía, que posteriormente, pasa a ser «nieve pasta» o muy «pastosa». Las actividades -sobre todo el esquí- tienen que realizarse a primerísima hora.

Cada parte del Pirineo francés es distinta a otra; desde la altitud hasta incluso los paisajes y, evidentemente, la meteorología. En la zona central las montañas sobrepasan muchas los 3.000 metros, sin embargo, es posible que las tormentas  sean menos violentas que en el extremo oriental u occidental, que estan más cerca del mar. Generalmente nieva más en el Pirineo Central.

Andorra siempre tiene más nieve que la vecina Cerdanya. El Valle de Arán (perteneciente a Catalunya, pero geográficamente orientado norte, como todo el Pirineo francés) suele tener mucha más nieve que el Pirineo Oriental, pero mucho menos viento.

Los vientos de invierno de La Cerdanya (Cerdagne en francés) y el Conflent, no suelen encontrarse en ningún otro lugar de los Pirineos… quizás en ¡Patagonia!.

El Pirineo Oriental:

Geográficamente hablando abarca desde Cerbère hasta la mitad Este de Andorra. Es seguramente, el más ventoso de toda la cordillera, además de ser el que posee los cambios de tiempo más radicales. Esta amplia región tiene una particularidad digna de ser destacada, pues la montaña de perfil suave y redondeado, convive a la perfección con los picos más verticales y escarpados: Dent d’Orlú, Pic Negre d’Envalira, Pic del Boc, Carlit.

En el Pirineo Oriental no existen glaciares ni nevero permanente, a excepción del que hay en el Canigó, que algunos años puede llegar a permanecer todo el verano.

Las montañas no alcanzan los 3.000 metros por muy poco, siendo el Carlit (2.921 m), el Puigpedrós (2915m), el pic de la Serrera (2913m) y el Puigmal (2.910 m), las 4 cumbres más altas. Se trata de un Pirineo muy frecuentado por los montañeros.

Desde finales de la primavera, el verano y buena parte del otoño, esta parte del Pirineo francés es un bonito jardín de valles, lagos, prados, crestas y cumbres donde realizar ascensiones y excursiones. Hay actividades para todo el mundo. El tiempo suele ser relativamente estable, aunque cabe prestar mucha atención a las tormentas de verano, pues estas son electrícas y sumamente violentas, y llegan rápidamente. La lluvia está asegurada casi todas las tardes.

Como he descrito al principio, el principal hándicap de esta región es el potente viento que sopla desde finales de otoño -normalmente procedente del norte o nord/oeste- además de todo el invierno y buena parte de la primavera.

El viento y su variante violenta conocida como torb, son un gran peligro para el pirineísta como ya se ha comentado cuando hablamos del invierno.

El Pirineo Central:

Abarca desde la mitad oeste de Andorra hasta la vertical de Pau. Los grandes macizos y las más altas montañas se encuentran en esta parte de la cordillera. Es la parte más grande y su anchura puede llegar a los 150 Km.

Son numerosos los macizos y sectores en que las cumbres superan los tres mil metros, siendo el primero el Parc naturel régional des Pyrénées ariégoises, que comprende, entre otros, la Pica d’Estats, siguiendo con el Parc national des Pyrénées, con Gavarnie como broche, y acabando en la zona de Lescun. Es a partir de allí que el Pirineo comienza su largo y progresivo descenso hasta alcanzar el océano Atlántico.

Al estar más alejado del mar, la meteo del Pirineo francés central es, generalmente, más previsible que la de los extremos este y oeste. En invierno las nevadas son abundantes, y encontraremos temporadas, en que nieva más en los Pirineos que en los Alpes. Después de un periodo inicial de nevadas abundantes, suele llegar otro de buen tiempo. Igual que en toda la cordillera, el mes de diciembre (a veces noviembre), suele ser el mes de las primeras y copiosas nevadas.

El Pirineo Occidental:

Abarca desde algo más allá de Lescun hasta Hendaya, en el océano Atlántico. Más o menos coincide esta parte del Pirineo francés con el departamento francés Pyrénées Atlantiques. El pico más alto es el pic Palas (2.974 m), piramidal, ubicado justo en la intersección de Huesca, y los departamentos Pyrénées Atlantiques y Hautes Pyrénées. Se trata de una montaña preciosa y difícil por casi todas sus rutas.

La parte occidental contiene las montañas más bajas del Pirineo francés, pero muy atractivas y estéticas, un regalo para quien las contempla.

Al igual que en el Pirineo oriental, en esta parte de la cordillera la meteo también es muy caprichosa e imprevisible. Buena culpa la tiene la cercanía del mar. Se trata de una región muy húmeda, con un clima casi siempre fresco y frio.

Pirineo francés: algunas curiosidades sobre su meteorología

¿Cuál es la tormenta perfecta?

¿Cuál es la mejor época para realizar actividades sobre nieve en el Pirineo oriental?

¿Cuál es el Puerto de montaña más alto de los Pirineos?

¿Cuál es la montaña del Pirineo francés con un mayor desnivel, desde la base hasta la cumbre?

¿Cuál es el lugar donde hace más viento en los Pirineos?

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